La mejor forma de mantener y cuidar los suelos de baldosa hidráulica

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Los suelos de baldosa hidráulica son una opción muy atractiva y original para decorar cualquier estancia de la casa. Se trata de piezas artesanales que se fabrican con cemento pigmentado y que tienen unos diseños geométricos o florales muy variados y coloridos.

Estos suelos tienen una gran resistencia y durabilidad, pero también requieren de unos cuidados especiales para conservar su belleza y evitar que se deterioren.

¿Qué necesitas para limpiar los suelos de baldosa hidráulica?

Para limpiar los suelos hidráulicos, no necesitas productos químicos ni abrasivos que puedan dañar el material. Lo mejor es usar un jabón neutro o un detergente suave que no contenga lejía, amoniaco, cloro ni ácidos. También puedes usar un limpiador específico para este tipo de suelos, que puedes encontrar en tiendas especializadas o en internet. Además, necesitarás una fregona, un cubo, una bayeta y un trapo seco.

¿Cómo limpiar los suelos de baldosa hidráulica paso a paso?

Para limpiar los suelos de baldosa hidráulica, sigue estos pasos:

  • Primero, barre o aspira el suelo para eliminar el polvo y la suciedad superficial.
  • Segundo, llena el cubo con agua tibia y añade el jabón neutro, el detergente suave o el limpiador específico, siguiendo las indicaciones del fabricante. No uses demasiado producto, ya que puede dejar residuos o manchas en el suelo.
  • Tercero, humedece la fregona en el cubo y escúrrela bien. Pasa la fregona por el suelo con suavidad y sin frotar, siguiendo el sentido de las baldosas. Cambia el agua del cubo cuando esté sucia y repite el proceso hasta cubrir toda la superficie.
  • Cuarto, pasa una bayeta húmeda por el suelo para retirar el exceso de jabón o detergente. Asegúrate de que la bayeta esté limpia y escurrida.
  • Quinto, seca el suelo con un trapo seco o deja que se seque al aire. Evita que el suelo quede mojado o húmedo, ya que puede favorecer la aparición de hongos o bacterias.

¿Cómo proteger los suelos de baldosa hidráulica?

Para proteger un mosaico hidráulico, como también se les conoce, es conveniente aplicar un tratamiento de impermeabilización o encerado cada cierto tiempo, según el uso y el desgaste del suelo. Este tratamiento crea una capa protectora que evita que el suelo se manche, se raye o se agriete. Para aplicar el tratamiento, sigue estos pasos:

  • Primero, limpia el suelo como te hemos explicado anteriormente y deja que se seque completamente.
  • Segundo, elige el producto de impermeabilización o encerado que más te convenga, según el acabado que quieras darle al suelo. Puedes optar por un producto mate, satinado o brillante, que puedes encontrar en forma de cera, aceite, barniz o resina. Lee las instrucciones del fabricante y respeta los tiempos de secado y las capas recomendadas.
  • Tercero, aplica el producto con una brocha, un rodillo o una mopa, siguiendo el sentido de las baldosas y cubriendo toda la superficie de forma uniforme. Deja que el producto se seque y repite el proceso si es necesario.
  • Cuarto, una vez seco el producto, pule el suelo con una máquina pulidora o con un trapo suave, para darle brillo y eliminar las posibles marcas o imperfecciones.

¿Qué hacer si el suelo de baldosa hidráulica se mancha o se deteriora?

Si el suelo de baldosa hidráulica se mancha o se deteriora, no te preocupes, tiene solución. Lo primero que debes hacer es identificar el tipo de mancha o daño y actuar lo antes posible. Aquí te damos algunos consejos:

  • Si el suelo se mancha con grasa, aceite, vino, café o cualquier otro líquido, usa un papel absorbente o una esponja para retirar el exceso y luego limpia la zona con agua y jabón neutro. Si la mancha persiste, puedes usar un quitamanchas específico para baldosa hidráulica, siguiendo las indicaciones del fabricante.
  • Si el suelo se mancha con pintura, tinta, rotulador o cualquier otro producto que pueda teñir el material, usa un disolvente o un alcohol para eliminar la mancha, frotando con un cepillo o una esponja. Luego, limpia la zona con agua y jabón neutro y seca bien el suelo.
  • Si el suelo se raya, se agrieta o se rompe, puedes usar un producto reparador o un masilla para rellenar el hueco o la fisura, siguiendo las indicaciones del fabricante. Luego, lija la zona con una lija fina y pinta la baldosa con un esmalte del mismo color o con un rotulador permanente. Finalmente, aplica el tratamiento de impermeabilización o encerado para proteger el suelo.

 

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